¿Tú qué tienes? ¿Sueños? Bienvenidos sean porque llenan nuestras noches de fantasías, permiten que nuestras vidas sean algo más que tristes números, cifras y realidades, pues no sólo de pan vive el hombre.
¿Deseos? ¡Vaya! Así que te atreves a soñar despierto. Eres muy atrevido. Lo que era una idea se ha convertido en una emoción que te atreves a sentir. Tal vez incluso llegue algún día en que te decidas a convertir tus deseos en…
¿Proyectos? Ahora no basta con desearlo, con sentir la emoción. Ahora tendrás que dibujar los planos y reunir los materiales (reales, no soñados) que permitan ponerlos en pie. Si dices que tienes proyecto dices que tienes un plan y que estás decidido a ponerlo en marcha. No dices que será exitoso ni que tendrá el resultado que tú quieres, dices que lo piensas poner en marcha.
Empieza, pues.