Si la historia dura lo suficiente siempre hay un regreso. No importa dónde vayas, dónde crees que has llegado, si vives lo suficiente, vivirás para regresar. No importa la dicha o el pesar, el gozo o la tristeza, tarde o temprano te verás volviendo al lugar a donde creías que nunca regresarías. Los lugares no cambian. Cambiamos nosotros.
Cuando creas que tu vida termina, que no habrá un mañana, recuerda esto: el tiempo traiciona a todos, también al dolor. Volverás a estar bien. Volverás a ser tu mismo.
A veces lo mejor que puede hacer un amigo es acompañarte en ese viaje. Otras recordarte que existe el regreso, que volverás a ser quien eres. Aunque entre nosotros: nunca serás el mismo después de cada viaje.